Contando verdades sobre el caso Malaya

Ha pasado algo más de una semana desde que se dictó por fin la sentencia de mi INOCENCIA y ahora, ya más tranquilo, me gustaría exponer mejor algunos aspectos del denominado “Caso Malaya” no es –por mucha importancia que los medios de comunicación le hayan dado- sino un caso más de corrupción municipal en España, como ha habido decenas a nivel municipal, autonómico o estatal no siendo, siquiera, el más importante desde el punto de vista “cuantitativo”.

Lo primero, dar las gracias por el apoyo recibido a las cientos de personas que me han enviado su cariño a través de diferentes vías ( llamadas telefónicas, whatsapp, mensajes de texto, email, comentarios en mi blog…) tanto a mi persona como a todas mis hijas.

También agradecer al Tribunal de D. Rafael Godino, presidente de la sala, y a sus compañeros D. Rafael Linares y D. Manuel Caballero, la inmensa humanidad demostrada, sobre todo cuando teníamos que viajar por temas de negocios en el extranjero o ferias internacionales. Nunca se negaron a mis peticiones y cuando quise mostrarles billetes de avión para demostrarlo me dijeron una frase que quiero reproducir aquí  “usted no me tiene que enseñar nada, yo confío en las personas”.

Mi agradecimiento va también para la Policía Nacional de la Comisaria Principal de Málaga, por brillante trato recibido por su parte durante mis larguísimos 4 días en los calabozos. Y después de dar las gracias a los que lo merecen, también necesito exponer la enorme repercusión mediática que el “Caso Malaya” tuvo, se debe a una serie de factores ajenos a los hechos enjuiciados:

1º.- El primer factor fue el lugar donde se produjo la corrupción (Marbella), que es un centro emblemático del turismo español con indudable trascendencia nacional e internacional.

2º.- El segundo factor consistió en que algunos de los principales protagonistas (Gil, Pantoja, etc.) tenían una indudable “popularidad” y provocaban un cierto “morbo” para aquellos medios que les prestan una atención especial (“revistas del corazón”, “realitys show”, etc.).

3º.- El tercero, consistió en que el órgano instructor, de forma innecesaria, desproporcionada e irracional, ordenó detenciones masivas, creándose una situación de alarma y escándalo que ha causado gravísimos daños personales e incalculables perjuicios económicos y sociales a Marbella. Estas detenciones masivas provocaron, además, la imperiosa necesidad de que se produjeran también “imputaciones masivas”, “acusaciones masivas” y, consecuentemente, un “juicio multitudinario”, de difícil administración y dudosa eficacia

4º.- Esta repercusión provocó, además, el enjuiciamiento paralelo del caso en los medios de comunicación –dando lugar, incluso, a una repugnante versión televisiva que desfiguraba a la mayor parte de los personajes, a gusto del guionista, hasta límites verdaderamente insoportables- lo que provocó unas “expectativas”, de cara a la sentencia, que no se correspondían, ni mucho menos, con la mayoría de los cargos presentados.

Existen casos de presunta corrupción mucho más graves en nuestra historia reciente y en nuestro presente (presunta corrupción en las instituciones catalanas; casos ERES; financiación ilícita de partidos y sindicatos; etc.) a los que no se les ha aplicado, ni mucho menos, las “medidas cautelares” que el Instructor –con la aquiescencia del Ministerio Fiscal- aplicó a casi 100 detenidos en este caso, la mayor parte de ellas de manera, en mi opinión, injustificada.

Teniendo en cuenta, pues, este ambiente de corrupción generalizada que, desgraciadamente, vivimos en España (y, muy particularmente, en Andalucía) desde hace muchos años, entiendo que lo más destacable no es que unos concejales se corrompan o que los empresarios también lo hagan o tengan que hacerlo para sobrevivir, sino las graves infracciones de derechos constitucionales que han sufrido muchas personas como consecuencia de la incalificable, en mi opinión, actuación policial y judicial. Lo llamativo del “Caso Malaya” son las masivas e innecesarias detenciones, imputaciones y acusaciones, sin sustrato probatorio alguno, y los responsables de estas graves infracciones no son, precisamente, los acusados.

Es incomprensible que el entonces Gerente de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Marbella, Sr. Martín Reyes, pidiera la concesión de una medalla al juez Torres y a el fiscal Caballero sin haber concluido el Caso Malaya. Este Señor, con todos mis respetos, lo primero que tendría que haber hecho es esperar a la sentencia porque ésta ha demostrado que su actuación estaba llena de fallos. Si tuvieran dignidad profesional, ahora deberían  devolver estas medallas (que vienen acompañadas además de un sueldo extra mensual) y pagar por el daño económico/moral y por el desprestigio que han causado a las personas que al final hemos sido absueltas.

Quiero detallar algunas de las irregularidades que se han cometido contra mi persona en este Caso Malaya.

No se puede permitir en un estado de derecho la actuación del juez instructor Miguel Angel Torres y el fiscal Caballero, porque no nos citaron para ir al juzgado a declarar, sino que nos detuvieron directamente y nos tuvieron encerrados 4 días sin decir la causa. Estuvimos en unos calabozos donde no había ventilación, ni luz, ni un espacio donde uno se pudiera asear dignamente.. y  no quiero contar más por no recordar aquellos días, porque hasta a los terroristas los tienen en mejores condiciones.

Cuando por fin  M. Angel Torres me lleva a declarar durante la instrucción del caso en Marbella, me acusa de dar a Roca 35.500€ el 16 de Diciembre de 2005 por una licencia que a mí me habían concedido el 23 de Mayo de 2003. Y digo yo… ¿cómo voy a pagar por algo que yo ya tenía desde hace más de dos años y medio?

El fiscal, de apellido Caballero, me dijo que había un papel que ponía Peñarroya 35.500€, y cuando le solicité que me enseñara ese documento se negó con la excusa del secreto de sumario, asegurando que él mismo lo había comprobado. Lo que se ha demostrado ahora en el juicio es que me MINTIÓ, puesto que en ese papel no aparecía mi apellido PEÑARROYA sino VILLARROYA. Además, el mismo Roca declaró que yo no le había pagado nada y que ese pago lo había hecho Villarroya.

Creo que entenderéis mi indignación… ¿Cómo me tienen implicado en este caso tantísimo tiempo, sabiendo ellos la verdad?.  El perjuicio para mi empresa ha sido enorme porque mi principal negocio está en el extranjero y los clientes investigan en internet con qué empresario hacen negocios. Cuando encontraban información sobre mi implicación en el caso Malaya, muchos desaparecían o pedían garantías al abogado para sentarse a negociar. Mi empresa ha podido aguantar gracias a que yo no he querido tirar la toalla porque, a excepción del Banco Popular , toda la banca me ha dado la espalda.

Os detallo los últimos casos más mediáticos llevados por el fiscal Caballero… “Caso Troya” de Alhaurin el Grande, unas veinticinco personas fueron detenidas de mala manera, y al final solo dos son imputados. “Caso Ballena Blanca”, detienen a 50 personas con metralletas, helicópteros… como en una película americana, y al final solo quedaron 4. “Caso Malaya”, detienen a 93 personas el mismo día sabiendo que no se les va a tomar declaración, creando un circo mediático que ya sabéis en lo que ha quedado.

Para concluir, quiero agradecer al periódico Sur la información publicada el Sábado 7 de Octubre, contando la VERDAD de lo que ha pasado. Y destacar también lo que el Domingo 8, escribió el Sr. Recio, para mí una de las mejores intervenciones que ha hecho alguien sobre el caso Malaya, donde dijo verdades como puños al repasar  lo que ha sido durante estos 7 años este caso.

Si el Sr. Torres y el Sr. Caballero no saben el daño que ha ocasionado en mi familia con este caso, se lo digo aquí públicamente. Este daño jamás se borrará y no podré perdonarles que mi madre no haya podido enterarse que su hijo haya sido absuelto del Caso Malaya.

Inocente en la sentencia del Caso Malaya

Hoy me gustaría compartir con vosotros mi historia sobre lo que sucedió hace ya 7 años y  todo lo vivido hasta conocerse la verdad del Caso Malaya.

Quiero comenzar diciendo con fuerza que SOY INOCENTE. Hoy la sentencia del Juez Godina lo ha ratificado. Pero han sido muchas las irregularidades que se han cometido en la instrucción de este mediático caso.

La primera, comienza un Lunes 26 de Junio de 2006 cuando se presenta en mi casa la policía y me detiene, sin darme ninguna explicación del motivo de mi detención.

Me llevan a un calabozo, como si de un criminal se tratase, cuando lo procedente hubiera sido que me hubiesen  llamado a declarar como a cualquier ciudadano de a pie.

La 2ª irregularidad se produce cuando me encierran 4 días, más de las 72 horas como contempla la ley , y aún sin conocer la causa por la que estoy detenido. A pesar de la dureza vivida no puedo olvidar el buen trato recibido por la policía de la comisaría de Málaga que desde aquí, una vez más, quiero darle las gracias.

Pero el error  más grave se produce cuando voy a declarar,  allí me dicen que la razón de mi detención se debe a una prueba encontrada, un papel que dice Peñarroya 35.500 euros; ante mi sorpresa, le solicito al fiscal, de apellido Caballero, que por favor me muestre la prueba, el cual rehúsa por estar bajo secreto de sumario.

Cuando Juan Antonio Roca fue llamado a declarar, una de las aclaraciones que hizo fue precisamente esa, que el que le había pagado esos 35.500 euros había sido Villaroya y no Peñarroya. Con todo esto, el fiscal seguía sin admitir el error ya que durante el juicio se dirigió a mí varias veces como Villaroya y no como Peñarroya. En ese momento le pedí al presidente de la sala que se dirigiera al fiscal para decirle no se volviera a equivocar puesto que mi nombre era y es Cristóbal Peñarroya Sánchez desde el 14 de Abril de 1945, y no iba a permitir que nadie cambiara mi identidad. El fiscal me pidió perdón y desde aquí le digo lo mismo que aquel día, que nunca en la vida le perdonaré.

Ya han pasado 7 años y 4 meses desde que mi nombre fue manchado y esto ha perjudicado negativamente a mis negocios; la banca me abandonó, los clientes temían cerrar acuerdos con “el empresario que estaba dentro de la trama Malaya”… lo que ha provocado que el error de un fiscal y un juez instructor lleven mi empresa casi a la ruina.

Creo, que de lo único que puedo presumir en mi vida, es de ser una persona dedicada plenamente al trabajo, generando empleo e intentando darle a mi empresa un nombre y una posición difícil de mantener. Este esfuerzo lo llevo realizando desde que tenía 14 años para que una malísima instrucción se quiera cargar y ensuciar lo que tantos años he venido luchando y trabajando.

No olvidaré el daño que ha causado a mi persona y a las personas que me quieren y me rodean, como mi familia, que gracias a su apoyo incondicional seguimos adelante, día a día, para seguir luchando por nuestro negocio familiar.

Gracias a todo el equipo que forma mi empresa porque gracias a su confianza he podido seguir obteniendo éxitos junto a ellos.

Y una vez más agradecer a tantas personas que estuvieran a mi lado el día de mi detención y que hoy vuelven a darme su apoyo.

Muchas gracias a todos, y por fin mi familia y yo podemos decir adiós al Caso Malaya.

 

Inocente después de sufrir trece años de injusticia

Al final las cosas caen por su propio peso, pero yo he tenido que esperar trece años a que la justicia me diera la razón. Ahora que finalmente la sentencia me ha declarado inocente, puedo escribir aquí sobre lo que realmente sucedió en un caso que me ha tenido injustamente acusado durante tanto tiempo.

En aquel entonces yo era presidente de la Comunidad de Propietarios de BenalBeach, una de las promociones del grupo, donde hubo varios casos de impagados que la comunidad decidió llevar a juicio, tras plantearse formalmente dentro del orden el día y tras la votación a favor de los propietarios del inmueble.

Urbanización Benalbeach, proyecto emblemático de Peñarroya e Benalmádena Costa

Muchos de ellos abonaron su deuda antes de llevar el caso a juicio, y otros pagaron en el mismo juzgado, pero uno de los morosos dejó impagada la reclamación de costas y a los dos años el juez decide sacar el apartamento a subasta.

El tasador del juzgado saca el piso a subasta por 70000€, tras la cual se adjudica el inmueble un señor de Córdoba por 120.000, quedando depositada en el juzgado la diferencia con la deuda, para entregársela al propietario moroso cuando finalmente aparece. El nuevo propietario le pide al juez que retire los muebles del apartamento y que se los lleve el juzgado, que él no los quiere, y así se procede sin que el juez les conceda valor alguno.

Todo se hace según el procedimiento legal y con la actuación de un juzgado, pero el moroso me denuncia a mí y dos personas más, acusándonos de estafa por no notificarle la reclamación de la deuda y reclamando que el valor de sus muebles era de 200.000 €, algo que no cabe en cabeza alguna, puesto que hablamos de un apartamento de verano de 1 dormitorio y cocina americana.

Benal-Beach-(10)

Y yo me pregunto…¿qué estafa hay aquí?. Yo como presidente actúo según lo que han aprobado los vecinos en una reunión que tuvo 550 asistentes. La actuación de la comunidad fue la de hacer cumplir la ley contra un moroso, por lo que no entiendo qué película policiaca quiso ver el fiscal de aquel momento para admitir la denuncia y solicitar para mí tres años de cárcel.

Este señor impagado ha retrasado el proceso todo lo posible, cambiando hasta cuatro veces de abogado, haciéndome pasar por un calvario desde al año 2000 al 2013, prolongando el daño a mí mismo y a esas otras dos personas injustamente acusadas.

Cuando ahora el nuevo fiscal revisa el caso, nos retira la imputación porque no hay nada penal en los hechos, pero el que nos había acusado injustamente debería retirarse y dimitir, cosa que dudo mucho haga.

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No se como se puede  vivir tranquilo y llevar la cabeza alta sabiendo el desprestigio moral y el daño comercial que le ha causado sin motivo a una persona. Me pregunto porqué ha hecho tanto daño, porque lo curioso del caso es que el juez no esperó a terminar el juicio para dejar claro que somos inocentes.

Mi nombre ha estado injustamente vinculado a un delito de estafa y muchos que no lean estas palabras pensarán que soy un estafador… ¿y eso ahora quién lo paga? ¿el fiscal?.

Nadie me va llamar para pedir disculpas ni para decir que se equivocaron, no espero ninguna de las dos cosas, pero es cuestión de moral y de ética que reconozcan públicamente su error.

El paro alcanza un record histórico en la Costa del Sol

La semana pasada conocimos el terrible dato de la tasa de paro actual en la provincia de Málaga, nada más y nada menos que un 35.3%, según los datos de la última Encuesta de Población Activa difundida por el INE. Nuestra provincia ha alcanzado a comienzos de este año la cifra de paro más alta de su historia, un triste record tras un fatídico 2012 que ha siso el año de mayor destrucción de empleo, reduciendo en 40.000 personas el número de trabajadores.

Llevo cincuenta años como empresario en el sector inmobiliario, que históricamente ha generado muchos puestos de trabajo en la Costa del Sol, pero que ahora está especialmente castigado por las administraciones sin permitirnos levantar cabeza y generar empleo.

Por desgracia, hemos entrado en una dinámica que hoy por hoy no la para nadie, da igual de que partido hablemos, porque lo mismo es la izquierda que la derecha. Las únicas medidas que toman se dedican a subirnos los impuestos, tanto al ciudadano de a pie como al empresario, algo que nos aleja todavía más de la salida de la crisis y la creación de puestos de trabajo.

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Por ejemplo, el país vasco tiene la mitad de paro que nosotros y allí los empresarios pagan menos impuestos que Andalucía. Pueden dedicar el dinero a lo que verdaderamente genera crecimiento y riqueza, que es la creación de empleo y no a pagar a los Ayuntamientos las barbaridades que están cobrando.

Y eso por no hablar de la lentitud de los trámites con la administración, porque los proyectos en la Costa de Sol se eternizan. En muchos casos tardan años en dar luz verde a un proyecto, con el consiguiente calvario para el empresario que pone su esfuerzo y su dinero en él.

Como os decía antes, no es un tema de partidos ni de ideologías políticas, porque todos actúan de la misma forma y llegan a tardar décadas en dar una licencia de primera ocupación. Parece que las asesorías jurídicas de los ayuntamientos no dan abasto y no han podido ponerse al día y agilizar los plazos, a pesar de que desde el 2006 prácticamente se han paralizado las obras en la Costa del Sol.

A los empresarios no nos queda otra que tirar hacia adelante y defendernos en un juzgado, llevando a juicio a los ayuntamientos para que nos den la primera ocupación. Nosotros estamos ganando con con sentencia firme, inapelable y con costas que nos den la licencia después de siete años, que se dice pronto, y son ya cinco las sentencias que llevamos ganadas en este sentido.

Por eso me pregunto… ¿por que no agilizan el tramite si al final en un juzgado la van a tener que dar? ¿ésta es la manera de levantar una ciudad?.  Los empresarios pedimos que dejen de hundirnos, de ponernos pegas por y para todo y que nos permitan luchar por nuestra Costa del Sol, para devolverla al lugar que merece y generar puestos de trabajo. Los Ayuntamientos no son los que van a acabar con el paro, esa es una tarea que nos corresponde a los empresarios, por eso les pedimos que nos dejen trabajar en paz.

Mi declaración ante el juez del Caso Malaya

Aunque ya he hablado aquí de mi desvinculación del caso Malaya por el propio Juan Antonio Roca en su declaración, esta semana la actuación judicial ha seguido su curso con el bloque de las declaraciones de los empresarios. Ha llegado mi turno de comparecer ante el juez y defender mi nombre como corresponde.  Llevo declarando dos días, y la semana que viene continuaré respondiendo con la verdad por delante.

No os descubro nada nuevo, porque ya he hablado largo y tendido de este tema, cuando defiendo que mi nombre ha sido confundido con el de Villaroya, como declaré ayer ante el fiscal anticorrupción, me sigo llamando desde el 14 de Abril del 45, Cristóbal Peñarroya Sánchez, y puedo afirmar con la cabeza muy alta que no he pagado nada a Roca, y que además no me ha pedido ni un solo euro. Los únicos pagos que ha realizado mi empresa han sido al Ayuntamiento de Marbella, por obras absolutamente legales y con los trámites habituales para este tipo de permisos.

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Los medios malagueños, como Diario Sur, se están haciendo eco de mi declaración en este proceso, con reportajes y vídeos como éste, que quiero compartir con vosotros, para que podáis escuchar los puntos más destacados en mi propia voz.


Esperemos que la justicia siga su curso y que nos estemos acercando al final de este calvario.